jueves, 9 de diciembre de 2010

Rastro oscuro


Al fastidio de la solina se añadía lo que llevaba a rastras. Aquel rumor sordo que implacable le perseguía, le hizo volver finalmente la cabeza, aunque nada vio de provecho. Con semblante cariacontecido retomó la marcha. Un leve suspiro vino a aliviarle mientras sentenciaba: «Desde luego, he conocido sombras mejores, y menos cargantes».

No hay comentarios: