lunes, 28 de marzo de 2011

Sujetos combinados


Evolución de un sistema atractor
de Lorenz con "efecto mariposa".
Que el resultado de un juego esté abierto al azar, sin adivinarse origen ni causa aparente, no hace a los juegos ni más absurdos ni más inocentes que muchos de nuestros actos. En aquellos como en estos, donde uno ha de poner el punto de mira es en el resultado, pero no para intentar darle alguna explicación causal sino algún tipo de encuadre discursivo.

En el discurso el efecto de juegos y leyes puede quedar mejor ilustrado si tomamos cuatro palabras, dos pares de opuestos como rutina/sorpresa y causa/efecto. En el repaso que propongo se contrasta primero mediante conjunciones simples el equilibrio de la combinación y se intenta después captar el tono del resultado. Vayamos enumerando casos:

-La rutina de los efectos y la sorpresa de las causas.
Este sujeto parece moverse entre la regularidad de la ley natural y el descubrimiento de su clave, imprime un estilo científico inequívoco.

-Los efectos de la rutina y las causas de la sorpresa.
Se habla aquí de emociones, de su posible evaluación y de su presumible diagnóstico, por lo que parece apelarse a lo psicológico.

-La rutina de las causas y la sorpresa de los efectos.
Las causas invocadas parecen inscribirse en el uso común, mientras que los efectos son excepcionales, como en el ámbito jurídico.

-Las causas de la rutina y los efectos de la sorpresa.
Los dos aspectos insisten en la naturalidad y ambos pares se aceptan sin ofrecer contraste, como si se hablara de algo esperado y cotidiano.

Combinando los cuatro hilos iniciales, hemos pasado de una entrada de aspecto científico a una anodina, pero no es cuestión ahora de sopesar verdades, porque ahí nada se ha afirmado. Quieren ser conceptos y sólo buscan acomodo lógico en un contexto adecuado. Esa tensión hará que a veces le impriman al discurso un marcado sesgo de partida, mientras que en otras pueden forzar un discurso tan extraño que resulte realmente inviable.


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