—Corro grandes riesgos.
—¿Porqué lo dices?
—El otro día, sin ir más lejos, alguien en el Facebook comentó que yo escribía greguerías.
—¿Se sabe ya?
—¿El qué?
—Pues que escribes tonterías.
—No, no, que escribía gre-gue-rías.
—Ahhhh, ya. ¿Y escribes eso?
—Bueno, a veces, igual, así en corto, pero me salen sin querer.
—Entonces mejor que dejes la pluma, y sobre todo, cuídate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario