Al fastidio de la solina se añadía lo que llevaba a rastras. Aquel rumor sordo que implacable le perseguía, le hizo volver finalmente la cabeza, aunque nada vio de provecho. Con semblante cariacontecido retomó la marcha. Un leve suspiro vino a aliviarle mientras sentenciaba: «Desde luego, he conocido sombras mejores, y menos cargantes».
jueves, 9 de diciembre de 2010
Rastro oscuro
Al fastidio de la solina se añadía lo que llevaba a rastras. Aquel rumor sordo que implacable le perseguía, le hizo volver finalmente la cabeza, aunque nada vio de provecho. Con semblante cariacontecido retomó la marcha. Un leve suspiro vino a aliviarle mientras sentenciaba: «Desde luego, he conocido sombras mejores, y menos cargantes».
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