De nada puede valer un perfil del autor si no deja ver su intención. Si ésta no es buena ni clara, el perfil poco va a decir de él, y lo que diga nada aclarará.
No sé si vamos bien, así acogidos al capricho del dios Momo. No sé si esto de forzar el estrambote o de irse por la tangente es feliz alivio o mal augurio. El ingenio no deja de ser un modo de hacer restallar argumentos de poco peso con mucho ruido. Pasa que hartos de decir verdades hiladas, volvemos nuestra mirada al contrapunto, confiando en que con ese estilo llegarán más nítidas nuestras críticas. Antes de rodar Olimpo abajo, Momo lo intentó con burlas a Hefesto y Zeus, a Atenea y Afrodita. 'Aficionado a reprender: y el ánimo debe estar abierto', dice el lema del emblema anterior, lo que muestra que las gracias de Momo (sentado a la izquierda) siempre fueron bien recibidas. Sabía que torcer el implacable brazo de la lógica no logra cambiar el comportamiento de los dioses, pero esperaba que al dejarlos inermes por un día, nos llegaría a los mortales algún momento de locura, felicidad y risas.
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