Coro das Musas (Torre de Palma, Vaiamonte, Monforte, Portugal)
En opinión de las musas, herir poetas requiere siempre buen tino. Si les hieres en el pecho, gimen con ardoroso canto. Pero si, por un tonto desliz, les aciertas a otra altura vendrá el temible arrebato. En este punto el manual es claro y explícito: apúntese bien, no sea que buscando que la inspiración prenda se acabe atizando la locura. Hasta los gestos pueden confundir al observador, porque en ambas suele haber enajenación y desmesura. Como el arrebato ofrece a la musa más amplia diana que la inspiración, es posible especular por dónde se saldrá de tono el poeta. Si se duele herido de la cabeza aparecerá vocinglero y desesperado, si del estómago avinagrado y sarcástico, si de la entrepierna incontinente y furioso. Y sin embargo, ninguna de estas sería la peor de las heridas. No hay arrebato más triste y odioso que el del poeta que, mirándose terco y ensimismado al ombligo, dice sentirse inspirado.
1 comentario:
Cada vez me gusta más este blog; aunque no siempre lo entiendo :)
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