lunes, 8 de marzo de 2010

Panes y peces


 
Cerámica armenia (Iglesia de Tabgha, siglo V)

Como en algunos otros pasajes, lo que el relato evangélico revela es que a Mateo le pudo el entusiasmo, tanto como para otorgarse licencia y hacer del cinco y del siete hasta millares, y llenar después canastos, y abandonar ahíto las sobras. Sin embargo, no parece que confundir tales cantidades produjera en los comensales gran quebranto; su fe salió incólume, incluso reforzada, algo menos brillo ofrece su aritmética. Pero peor que confundir cantidades hubiera sido confundir los peces y los panes. Seguro que sin esa diferencia y sin repartir a todos ración de ambos, el aprecio de la comida, el tono del relato, y quizá hasta el propio mensaje evangélico, hubieran sido otros.

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