Máscara melanesia (s. XIX) Hood Museum of Art, Darmouth College. |
Hasta ahora la etnografía tenía para mí sus fronteras en Papúa, en Madagascar o en Mongolia, y en nuestras proximidades se dedicaba a recoger vestigios de costumbres y ritos ancestrales. El artículo en cuestión me pareció al principio ridículo, por el tema y por el escaso tamaño de muestra estudiada, y más tarde peligroso, como una puerta abierta a futuras exploraciones personales abusivas. Es verdad que no cuento con evidencia alguna de esos abusos y que la deformación del objeto y los métodos etnográficos da a todo este asunto un aire más que exótico. Pero tampoco puedo negarle atractivo a este nuevo análisis de nuestras anotaciones para deducir la compleja relación que mantenemos con el tiempo, ni a un metódico intento de explorar el uso de los calendarios como si fueran mapas de nuestro comportamiento. Quizá no haya muestra más fiel e informativa de los hábitos vigentes en nuestras actuales tribus que el calendario personal, al menos si nos imaginamos contemplados desde el futuro.
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