Un océano de dudas encrespadas y un cielo metálico que aplasta incansable sus olas, en esas aguas navegamos, fatigando rumbos hasta la puerta de plata, a donde avanza nuestra mente cada vez más deslumbrada.
sábado, 9 de octubre de 2010
De travesía
Un océano de dudas encrespadas y un cielo metálico que aplasta incansable sus olas, en esas aguas navegamos, fatigando rumbos hasta la puerta de plata, a donde avanza nuestra mente cada vez más deslumbrada.
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