domingo, 11 de julio de 2010

La higuera



Es inútil, y además debería ser tenido por ridículo, disertar sobre higueras. El que no ha quedado embriagado por ese olor dulzón y veraniego, por esa delicada textura de granitos, no conoce lo más elemental para que esa disertación prospere. Cómo contarle que pese a su atractivo el higo tiene heroico y difícil comer, a la altura quizá del coco, la piña y de las frutas tropicales. Si está en sazón hasta el aprendiz dividirá con un gesto resuelto el higo en dos. Pero eso de entrarle a la fruta recién abierta con los morros henchidos, no es un acto meramente funcional, es oficio artesano lleno de lujuria, y si ya apuras su corazón, granito a granito, envuelto en esa fragancia pecaminosa, la tarea te transporta. A dónde vas, es difícil de saber. Algunos no vamos a ninguna parte, sino que volvemos a las meriendas de antaño, cuando convertido en dulce el higo se colaba en un corrusco de pan. Un escueto plan para merendar, pero de muy complicada ejecución, que acababa casi siempre con el dulce escurriéndose lento y viscoso a la altura del codo. Es así como nos entregaron, a lo que hoy es casi cautiverio, a esa devoción por los higos, que revive y remueve nuestra savia con ese olor penetrante y evocador cada verano.


3 comentarios:

Unknown dijo...

Los prodigios de los higos son muchos. No es un fruto, sino una infrutescencia.Cada uno de los granitos negros es un fruto, que es fecundado por una avispa del género Blastophaga. La higuera es una planta dioica; es decir, que tiene individuos macho e individuos hembra.La pequeña avispa liba de las flores masculina y se lleva el polen. Después cuando en busca de alimento, entra por el agujero que hay en la base del higo (todavía en ese momento inflorescencia con pequeñas flores femeninas internas)deja el polen adherido a las flores, que así resultan fecundadas.Toda la infrutescencia va madurando y ahí estamos para comérnosla (obsérvese el orificio en la base por donde entró y salio la imprescindie mosca).

Elías dijo...

Estimado AMM: a traves del correo de una amiga, llego hasta tu página, que ella me enlaza.
Y lo hace movida por la coincidencia en el tema de tu entrada: la higuera y los higos.
Tú el domingo; yo el viernes.
Yo con poemas, tú con un precioso texto que se acerca -si es que no entra de lleno- en el terreno de la prosa poética, tan arduo de conquistar.
Me ha gustado mucho el texto y el rápido vistazo a tu blog.
Te dejo aquí el enlace del mío por si te apetece echarle un vistazo a esa higuera, a esos higos:
http://eljuegodelataba.blogspot.com/2010/07/ficus-carica.html

Un saludo.
Elías

Hilario Mendiaga dijo...

Albórbola y Autor: Las dificultades técnicas me impiden volver en tiempo y forma al asunto de las higueras, pero prometo en máquinas no tasadas volver y responder de nuevo por ellas.
Gracias.