Tumbada, con la mirada en el techo y su cabeza soñadora apoyada en el brazo, ella se deja ir en un suspiro mientras le confiesa: «Lo que llegas a conocer con un beso…, al principio te parece agrio, pero luego se vuelve dulce y sabroso, es un regusto picante que te queda, algo como entre fresa y menta». Apoyado en el cabezal, impasible, él da una profunda calada al cigarrillo. Se levanta entonces envuelto en humo, sin mirar atrás siquiera. «A mí de todo esto» dice señalando la cama, «no se me ha quedado más que el gusto». Y aún añade socarrón: «Tendré que esperar a ver si me viene ese regusto». Apaga el cigarrillo en la mesilla y entre risas se va vistiendo. «Ya te contaré si me sabe a fresa» le suelta al llegar a la puerta. Suena detrás un insulto, pero ni se vuelve. Tampoco se despide, sólo levanta la mano como el que se lleva un triunfo.
viernes, 14 de enero de 2011
Episodio agridulce
Tumbada, con la mirada en el techo y su cabeza soñadora apoyada en el brazo, ella se deja ir en un suspiro mientras le confiesa: «Lo que llegas a conocer con un beso…, al principio te parece agrio, pero luego se vuelve dulce y sabroso, es un regusto picante que te queda, algo como entre fresa y menta». Apoyado en el cabezal, impasible, él da una profunda calada al cigarrillo. Se levanta entonces envuelto en humo, sin mirar atrás siquiera. «A mí de todo esto» dice señalando la cama, «no se me ha quedado más que el gusto». Y aún añade socarrón: «Tendré que esperar a ver si me viene ese regusto». Apaga el cigarrillo en la mesilla y entre risas se va vistiendo. «Ya te contaré si me sabe a fresa» le suelta al llegar a la puerta. Suena detrás un insulto, pero ni se vuelve. Tampoco se despide, sólo levanta la mano como el que se lleva un triunfo.
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