domingo, 2 de enero de 2011

Del júbilo bien compuesto


No hablemos aún de muerte sino de retirada, ni de nuestra época sino de nuestra generación, y, apelando a la actualidad, hablemos de dignidad en vez de recuerdo, porque la muerte de nuestra época quizá merezca ser recordada, aunque está por ver si da para tanto, pero más probable parece que el futuro vaya enterrando a nuestra generación sin demasiada estridencia y en lo inmediato parece seguro que su retirada de la escena pública, con sus estirados privilegios y sus amargas hipotecas, no tendrá nada de digna ni de discreta ni de generosa, ni tampoco de memorable.

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