Galería gestual de Saif Gaddafi, publicada en el Guardian del 21/2/11 |
Empezando por la toma 1 estaríamos ante una actitud sospechosa, propia de quien no soporta el encargo y se deja escurrir por el asiento, al verse obligado a defenderlo sin otras armas que una soberana desgana y una mirada hipócrita. Algo ha cambiado en la toma 2, cuando con los hombros en alza y el dedo índice disparado reclama a todos su responsabilidad, manteniéndose vigilante sobre una mirada directa de indiscutible patrón. En la toma 3 opta por el tono pedagógico y decide señalar cauces, buscando en un gesto oblicuo apoyos que conduzcan bajo su recto y sabio gobierno a la inmediata solución. Llega a continuación el tremendo envite del «pero si no» y en la toma 4 vemos ya al desairado, empeñado en replicar con graduales amenazas, que van de la advertencia del desastre al exterminio y su ejecución. En la toma 5 aquel rostro antes inquisitivo se desentiende de sus súbditos, como quien los abandona a su suerte, lanza por encima de todo su mirada fugitiva y hace por debajo tabla rasa con un gesto demoledor. La toma final no deja ver en él resignación alguna, abre pocas perspectivas conciliadoras y ahoga el discurso entre sus dos manos tensas y su mirada recelosa. Del desdeñoso embajador con que se abría la secuencia llegamos, tras cuatro tomas intermedias, a un inquieto y peligroso depredador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario