Ala en marfil cubierto de oro (de IX a VIIa.C.), procedente de la ciudad asiria de Nimrud. British Museum. Foto: Tony Kyriacou. |
Lamassu de Jorsabad |
El cultivo del detalle, tan manifiesto en esas grandes esculturas y en los bajorrelieves, tenía forzosamente que alcanzar un alto grado de perfección en las miniaturas. Las alas pretenden dotar a esas imágenes de poderío, pero sin descuidar su diseño ni un tratamiento minucioso de las plumas. Algo de esto se percibe también en la pequeña talla. La exquisita filigrana del plumaje nos lleva a imaginar algún ave emblemática extendiendo sus espléndidas alas doradas sobre alguna dignidad dirigente. Tengo la impresión de haber estado viendo el elegante trazo de este ala en toda la iconografía clásica. Y como icono, creo adivinar en esta antigua miniatura lo mismo que en otros símbolos alados más recientes, la imperiosa presencia del cielo como marco protector del poder.
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