miércoles, 24 de noviembre de 2010

Bonito problema


Gordian knot (2006), Aexion,
Fractal Art en www.rfractals.net
A veces pienso que hay cantos, o cantes a saber, para los que me falta ya voz. Cada día nos vemos obligados a afrontar nuevas situaciones de las que pedimos, o nos piden, explicación. Y para ello es necesario saber, e ir aprendiendo constante e incansablemente. Es lo que llevamos haciendo toda la vida, cuando nos entretenemos en separar las cosas con el puntero, en hacer montones con ellas, en distribuirlos frente a nosotros y en contemplar de lejos el efecto. Así como cuando merodeamos a su alrededor para conseguir nuevos puntos de vista. Lo veo desde levante, y mira, cunde el optimismo, a poniente, y el pesimismo; vas arriba, y todo es diminuto, abajo, y excesivo. Bueno sería si lográramos resumir todo ese juego de vistas dispersas en un efecto único, y si evitáramos de ese modo que el problema nos absorba y nos confunda.

En esa amenaza de perplejidad vivimos, sin reparar que nuestras maniobras atraen a gente que lleva un tiempo contemplándonos desde la segunda fila. El más audaz se acerca con decisión, señala el tenderete, con todos sus elementos dispuestos y ordenados, y me apunta que si quiero ver todo de golpe tengo que reorganizar por completo su arquitectura. Me encojo de hombros, no entiendo esa literatura. Él mientras, junto con otros espontáneos, procede. El entusiasta equipo de proyectistas desarrolla ante mí una de esas nuevas, celebradas y publicitadas actuaciones innovadoras, una auténtica performance científica. Cierto, ahora el problema es otra cosa, es imponente, de una belleza magnética, de una profundidad insondable. Tiene algo de monumental, y de armonioso también, como si estuviéramos ante un nudo bien atado y prieto, ciertamente brillante. Ya digo, el problema es agradecido de ver, pero el enfoque no es muy penetrante. Creo que tardaremos en conocer la respuesta precisa.


No hay comentarios: