Si en el vuelo terco planeas,
es inútil que busques presa.
Nunca serás cazador,
en tus ojos libran batalla tus sueños.
Y como nada pesan, se levantan con tus alas,
abiertos al azote de los vientos,
atentos a las voces extraviadas
en el encendido cielo del deseo.
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