Temible cabeza de la Peña Oroel © autor |
Hoy es el día en que me he asomado a uno de esos oscuros abismos. Lo regenta hoy una virgen, que denominan de la cueva, y que supongo actual dueña de la estancia que antes habitó un horrible dragón. Me entero de que fue allí, bajo la gigantesca mole rocosa, donde el dragón Oroel fue sacrificado por un valeroso caballero jaqués. El cuento debe ser antiguo, porque de la virgen no se hace mención y son las brujas de la montaña las que le asisten en su empeño. Su consejo es que pula bien su escudo hasta que la imagen se refleje como en un espejo y que en el combate evite la mirada del espantoso dragón, porque quedaría hipnotizado. El final con el desalojo y muerte del dragón es bien sabido. Estoy convencido de que de caminar hacia levante iría encontrando historias parecidas. El cuento parece haber dado mucho de sí y de hecho sus iconos siguen presentes en los museos e iglesias aragonesas y catalanas. Pero el caso de la peña Oroel es un poco particular, al dejar ver un poco mejor la trama primera. Aunque en el escenario de la sima tenemos al héroe y el dragón, falta la virgen. Además hay dos elementos singulares: las brujas consejeras y el escudo.
Perseo de B. Cellini, según dibujo de J. Rotherham. |
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